miércoles, 16 de septiembre de 2009

¡VIVA MÉXICO!

Ayer fue 15 de Septiembre. La música mexicana sonaba por todos lados, el tequila se servía para brindar por la independencia y los platos de pozole aderezaban la mesa familiar. Cada vez que una cuchara se hundía entre el caldo caliente para capturar algunos garbanzos escondidos en el fondo del plato, se escuchaba un ruidito que ya todos en conjunto me parecían la marcha firme del segundero en un reloj. En cuanto dieron las 12 de la noche, el grito de ¡Viva México Cabrones! no se hizo esperar. Algunas horas después alguién recordaba que el año pasado, justo a las 12 de la noche durante la celebración de la independencia en la ciudad de Morelia, del estado de Michoacán, un grupo de personas inconformes que se hacen llamar hoy "Los zetas", entraron en la escena pública al detonar una granada entre miles de personas que celebraban de manera pacífica en el centro de la ciudad aquel día. El comentario provocó que la plática familiar girase en torno a una disyuntiva: a casi 200 años de sacudirse el yugo español, ¿Tenemos los mexicanos algo que celebrar? Durante una parte de la madrugada se esgrimieron los argumentos en favor y en contra de celebrar la independencia, pero poco a poco, la música de mariachi que había de fondo, se fue apoderando de todos y al calor ya de varios tragos de tequila, la dinámica familiar se transformó en una fiesta de verdad. Anoche en México se cantó y se bailó mucho, ¡Qué bonito es el folklor mexicano! Hoy es 16, son las 9:30 am y las calles están vacías, México duerme y creo que sueña; no sé si al despertar recuerde su sueño, pero por el momento, entre el sonido de los relámpagos, me llegan los ecos de tres teponaztles y dos caracoles que vienen de la punta del cerro de la estrella. Son los danzantes con sus trajes de plumas y sus enormes penachos. Es inminente por el color del cielo que alcanzo a ver por la ventana, que se avecina una gran tormenta. Pobres danzantes, sólo espero que no les caiga un rayo porque en cuanto a la lluvia se refiere, seguro quedarán totalmente empapados. ¡Qué Ironía! también desde la ventana alcanzo a leer una propaganda del gobierno federal que pone: "En Febrero de 2010, la Ciudad de México Podría Quedarse sin Agua" En este momento, en este lugar que antaño estuviera rodeado por hermosos lagos, duerme México arrullado por la música prehispánica de un puñado de mexicanos.

domingo, 21 de junio de 2009

Signe

Abre las ventanas, levanta los brazos y abraza con gusto lo que venga del horizonte hacia ti, deja que la vida te acaricie con el aire que viene del mar, respira profundo y disfruta a plenitud de ese momento de satisfacción suprema, eso es, respira, energízate, aspira los minerales que han arrojado los volcanes y siente su potencia, su vigor. Abre las manos y permite que las sensaciones se apoderen totalmente de ellas. Abre el pecho y el corazón, abre la boca y saca la lengüa, levanta las cejas y abre tus bellos ojos, abre tu cabeza, abre tus sueños y tus pasiones, abre las piernas y abre por Dios la ostra primigenia, no le niegues más al mundo el brillo que puedes dar, creeme, sé cómo lucirán tus perlas.

viernes, 29 de mayo de 2009

Necios

Cristales: ejemplos por excelencia de orden y opulencia. Sus brillos iluminan la noche y sin embargo, son pura materia inerte.

Así es la cabeza de muchos, brillante, ordenada, perfecta, pero sobre todo muerta.

¡Que caos tan vivificante adorna el pulso cardiaco hecho electrocardiograma!

¡Que triste es la monótona y ordenada línea recta que anuncia la muerte!

Hubo una vez un insensato, que no conforme con comprobar que la tierra era redonda, la midió. Se llamaba Eratóstenes y se dejó morir de hambre. ¡Que nubes tan cargadas debieron bendecir la oscuridad en el espíritu de este necio!

¿Qué criatura en este planeta anhela orden en su cabeza?
¿Acaso alguna especie con plumaje resplandeciente?
¿Quiénes son estos loros multicolores que levantan la voz entre Tzenzontles?

sábado, 18 de abril de 2009

¿Quién soy?

Un enigma para mí mismo. Una incógnita que sólo aparece parcialmente y sin avisar. Una cápsula porosa que se desborda sin remedio. Red vacía que ama la sensación catártica que provoca el impulso total de sus voliciones. Abismo que sólo se apacigua devorándose a sí mismo consumiendo intensamente sus deseos. Una bestia fantasiosa que con la mirada se viste de alebrije, y que con la lengua, lame sus ojos para sanar el ardor que suscita la plétora de imágenes bellas, imágenes que se cuelan por su embudo visual desgarrando cualquier aspiración de unidad. Una multiplicidad que se revuelca en el fango de lo mágico, de lo místico, de lo que sólo es poesía encantadora, de lo que se ubica entre la objetividad sonora de sus pronunciaciones y la subjetividad hermenéutica de las representaciones seductoras que indica. Una multiplicidad que no es una sino plural. Pluralidad por lo demás, basada en la sólida firmeza de la nada.

miércoles, 25 de marzo de 2009

Ataque de pánico

Así, sin más y frente al vacio, repentinamente me viene la sensatez que enfrenta a todas mis sensaciones con la posibilidad de morir, siento en mi cuerpo el pánico a plenitud sin que haya amenza que lo provoque. Por alguna razón, se apodera de mí súbitamente, un estado de alarma sin sentido, y con la adrenalina a flor de piel, lejos de cualquier peligro, mis manos transpiran el perfume de la angustia.
Es claro que no es la muerte en sí lo que me aterra, sino su inexorable posibilidad, su viabilidad, su potencia. De esto puedo estar totalmente seguro, pues en esos momentos en los que el miedo me absorbe, no hay sujetos o cosas que me circunden en los cuales pueda depositar la causa de semejante estado de ánimo. Es un miedo que simplemente no tendría por qué sentir si no fuera precisamente, porque la posibilidad de morir se encuentra ahí, como una nada con toda su fuerza.
Ante la claridad de esta nada y con la convicción de su posibilidad, advierto algo más profundo, y es que cuando expreso el miedo a morir, no me refiero a la muerte como sinónimo del momento en el cual culmina la agonía. Sé que no voy a morir, no existe ninguna situación de riesgo frente a mí en esos momentos. Y tampoco me refiero a la muerte de éste ó aquel ser que pudieran estar siendo amenazados frente a mí, siendo yo un mero espectador fuera de peligro, no, me refiero más bien a la muerte en su interpretación alegórica de realidad exterminadora, de crepúsculo de lo existente independientemente de su situación ontológica.
Repentinamente me asusta la posibilidad de que el mundo devenga. Es extraño, pero existe un océano inmenso que distingue entre el seguro y firme continente que sabe de cierto que va a morir, y el individuo activo que vive la vida entre las olas, y al cual neptuno, le ha revelado la posibilidad de morir.
Siento en la piel el filo de todas las navajas.
Me llega del horizonte un sabor ajeno.
Tengo miedo, pues siento en la tierra que piso, el paso de un mundo nuevo.